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Contexto

Sobre población en las cárceles, falta de higiene incluido el nivel alimenticio, a veces la empresa que provee los alimentos por falta de pago del Estado ha dejado de entregar alimentos.

Falta de eficacia en los procesos jurídicos, corrupción en el sistema penitenciario y judicial, impunidad.

Consumo de drogas, bebidas alcohólicas y prostitución dentro de las cárceles, privilegios de algunos privados de libertad por el dinero que poseen. Desde las cárceles actúan estructuras criminales que operan a través de extorsiones y sicariatos. Grupos de presión que ejercen el poder dentro de las cárceles que dan lugar a numerosos motines.

Al cohabitar delincuentes peligrosos con privados de libertad por una razón menor, se da un aumento en la corrupción y delincuencia; todo lo contrario, a un proceso de rehabilitación. La persona se deshumaniza en esta situación y se vuelve más vulnerable a la secularización o al cambio de religión si no encuentra una respuesta en la Iglesia Católica a todos sus problemas.

 

Antecedentes

Presencia de la Iglesia mediante un Capellán en la cárcel preventiva de los Jocotes, Zacapa, desde el año 2000.

Acompañamiento y presencia evangelizadora entre los privados de libertad gradualmente, hasta poder entrar en todos los sectores. Formación de voluntarios catequistas que acompañan al Capellán a la cárcel.

Profundización en un proceso de iniciación cristiana, que supone catequesis para adultos cada año que hacen posible la formación de pequeñas comunidades y que viven su fe cada vez más auténtica, siendo luz, sal y fermento de Jesucristo Resucitado en medio de tantos sufrimientos.

Al detectar necesidades de salud, alimentación, jurídicos y otros se gestiona la ayuda necesaria para todos.

Más de quinientos privados de libertad han formado parte de estas comunidades antes de ser trasladados, llevando también su testimonio y experiencias de fe a otros Centros Penitenciarios. Toda esta Pastoral responde a los cinco ejes que la Pastoral Penitencial nacional trata de promover en todos los Centros Penitenciarios.

 

Objetivos

·                Hacer presente la salvación de Jesucristo en todos los ámbitos, especialmente en los centros penitenciarios de Guatemala, y bajo sus distintos momentos: prevención, prisión y reinserción; a través de las áreas de restauración espiritual (evangelización, catequesis, santificación sacramental y vida espiritual); Asistencia legal y su reinserción social (promoción humana). 

·                Anunciar el Evangelio en el ambiente total del mundo carcelario (detenidos, personal administrativo, víctimas) enfatizando su dimensión liberadora y su realización en el perdón y el amor a Dios y los hermanos.

·                Hacer sentir en el post-penado la necesidad de asumir el Kerigma para poder actuar como persona libre y rehabilitada frente a la sociedad.

 

Líneas de acción

·                Concientizar y trabajar en las parroquias conjuntamente con la Pastoral Familiar y la pastoral penitenciaria con el fin de restaurar espiritualmente a las familias y llegar a los jóvenes que aún no conocen a Cristo para prevenir el delito.

·                Despertar la conciencia en el sistema jurídico y penal de actuar de forma justa y coherente en la aplicación de las leyes.

·                Promover acciones que favorezcan al preso para que tengan otra oportunidad para reinsertarse en la sociedad.

·                Despertar la conciencia eclesial nacional y diocesana acerca de la realidad penitenciaria como presencia de Cristo y del hermano y campo de acción pastoral.

·                Organizar desde la perspectiva del discipulado y la misión la formación de los Agentes de Pastoral Penitenciaria.

 

Actividades

·                Continuar en la línea de acompañamiento y evangelización con los privados de libertad.

·                Gestionar anualmente los permisos por parte de la Iglesia para la celebración de la Vigilia Pascual.

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