LAICOS
Y
VIDA CONSAGRADA
Marco Teórico y
de la Realidad
Una lectura del Nuevo Testamento desde la óptica del Laicado y la Vida Consagrada nos permite descubrir su presencia activa, más evidente es quizás la afirmación hecha por Pablo de Prisca y Aquila, de este matrimonio Pablo afirma que todas las comunidades de los gentiles están en deuda. (Rom16, 4) Difícil es encontrar una alabanza mayor a esta, pues se le da a este matrimonio el carácter de misioneros.
Aparecen menciones de ellos por Lucas y Pablo en Hechos 18,2. 26, Romanos16,3, Corintios, 16,9. Timoteo 4,19, siendo ellos con Pablo los fundadores de la Iglesia de Éfeso.
La esencia de estos relatos está en la evidencia de comunión de la Iglesia primitiva en donde todos colaboraban sintiendo se Iglesia, desde su propia condición, transformados por Jesús y comprometidos en el anuncio del Reino, en una misión común.
Durante más de veinte siglos de Historia de la Iglesia los laicos han tenido participación en el caminar de la Iglesia colaborando en la obra de redención.
El Espíritu Santo por su acción ha conducido a la Iglesia llevándola a emprender nuevos caminos en la búsqueda de vivir el proyecto de Jesús en el mundo. Vida Religiosa y Laicado sintiéndose Iglesia en comunión, se insertan cada día más en corresponsablemente y con mayor fuerza en la misión de la Iglesia y colaboran con ella siéndose parte y ejerciendo el llamado bautismal al compromiso y a la santidad.
Cinco son las convicciones que fundamentan esta colaboración y sentido de eclesialidad:
· La Misión no es una actividad más de la iglesia es su esencia.
· Los laicos están llamados a insertarse en la misión de la Iglesia en el mundo.
· La misión es el camino de la santidad eclesial.
· Las familias y los jóvenes están llamados a evangelizar.
· Desde una concepción de iglesia en comunión y participación, se abren nuevos caminos para la actividad misionera del Laicado y la Vida Religiosa.
OBJETIVO GENERAL
Dese una Eclesiología de comunión y participación, contribuir con la Iglesia local en la construcción del proyecto del Reino, ejerciendo nuestros compromisos bautismales con responsabilidad y sentido de pertenencia eclesial.