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Pastoral Castrense

 

Identidad

El nombre: “castrense” viene del latín “castro/orum“ (campamento militar).

La subcomisión está constituida por un grupo de cursillistas y un religioso de la Pía Sociedad de San Cayetano. Se puede considerar una común capellanía castrense (o de los militares) de la II Brigada de Infantería Rafael Carrera, que tiene su zona militar en Zacapa. La Brigada está constituida por alrededor de 700 militares voluntarios, que firman un contrato de dos años y por sus oficiales, cuyo tiempo de estancia es coordinado por el Ministerio de Defensa. En este momento (octubre 2018) el comandante de la Zona es el Coronel Pavel Godínez, católico.

Las actividades pastorales no pueden ser de carácter continuativo a causa de la movilidad y el cambio de destinos de los soldados fuera de la Zona, por los servicios en los distintos departamentos de Izabal, Zacapa y Chiquimula.

En la pequeña capilla de la Zona militar participan de 40 a 70 soldados a la Santa Misa dominical o a la Celebración de la Palabra, pero no son los mismos cada domingo por la rotación de los servicios. Los soldados provienen de los departamentos de Alta y Baja Verapaz, Jutiapa y Chiquimula.

 

Objetivo:

Acompañar con nuestra presencia y testimonio el camino de fe de los militares presentes en la zona, y también en algunas parroquias, sobre todo en momentos de formación, de catequesis y de preparación sacramental, destacando el espíritu de servicio y de fidelidad a Jesús Cristo en su pueblo.

 

Actividades:

·                Celebración de los sacramentos (eucaristía los domingos, y los demás sacramentos de la iniciación cristiana cuando se ve necesario);

·                Celebración de los ejercicios de la piedad popular (Posadas y vía Crucis);

·                Celebración de los distintos momentos litúrgicos;

·                Participar a los actos protocolares del Ejercito (promociones, capacitaciones, despedidas)

 

Desafíos:

Aunque se logra brindar un servicio religioso continuo, que hace presente la Iglesia Católica en la Brigada, con la presencia de una pequeña capilla, y de la Eucaristía, se ve la necesidad de la presencia de un agente de pastoral preparado en catequesis full-time o por los menos dos o tres veces por semana, cosa no siempre posible debido también a pocos recursos económicos.

Sería oportuno en el futuro próximo estudiar con las autoridades la posibilidad de contar con una presencia constante de los soldados que desean conocer la fe cristiana. Por el momento, dada la situación presentada, parece imposible ampliar las posibles actividades pastorales.

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