top of page

Identidad

​

       Es la instancia que vela por la formación del clero de la diócesis. Documentos del Concilio Vaticano II, exhortaciones, cartas pontificias y un dicasterio nos dicen de la importancia de la formación permanente de los sacerdotes. Somos un clero, en su mayoría, joven. Tenemos la riqueza de los mayores con experiencia ministerial como de vida. La diócesis va creciendo en número de sacerdotes oriundos de la misma. La misma diócesis tiene dos departamentos que la hace vivir en diversidad de espiritualidad y cosmovisión, de ahí que los caracteres de cada sacerdote sean distintas en sus manifestaciones. Damos gracias a Dios por esta gran riqueza porque, si en un cuerpo no todos los miembros son iguales dan vida a un solo cuerpo.

 

Desde el Magisterio

       Es oportuno señalar la complementariedad entre la formación iniciada en el Seminario y el proceso formativo, que abarca las diversas etapas de vida del presbítero.   Hay que despertar la conciencia de que la formación sólo termina con la muerte.   La formación permanente “es un deber ente todo para los sacerdotes jóvenes, y ha de tener aquella frecuencia y programación de encuentros que, a la vez que prolongan la seriedad y solidez de la formación en el seminario, lleven progresivamente a los jóvenes presbíteros a comprender y vivir la singular riqueza del “don” de Dios –sacerdocio-  y a desarrollar sus potencialidades y aptitudes ministeriales, también mediante una inserción cada vez más convencida y responsable en el presbiterio, y, por tanto, es la comunión y corresponsabilidad con todos los hermanos.   Al respecto, se requieren proyectos diocesanos bien articulados y constantemente evaluados (D.A 326).

 

Meta

  • Crear un plan diocesano de formación permanente que incluya todas las dimensiones del sacerdote.

  • Establecer jornadas de formación con orientación específica en cada dimensión.

  • Ver la formación como necesidad y no una eventualidad.

 

Objetivo

       Impulsar un proyecto de formación permanente que dinamice las dimensiones: humana, espiritual, intelectual y pastoral, que favorezca un estilo de vida sacerdotal integral para ser discípulos misioneros de Jesús Buen Pastor.

 

Actividades

  • Reuniones del presbiterio: cada dos meses

  • Reuniones de fraternidades: cada dos meses (alternas con la reunión de presbiterio)

  • Retiros espirituales: Cuaresma y Adviento

  • Formación Permanente de Clero: (Con los laicos y por fraternidad).

  • Encuentro nacional de clero en Guatemala.

  • Retiro anual de Clero

  • Paseo: segunda semana de pascua

  • Momentos de convivencias fraternos, espontáneos.

 

Fraternidad sacerdotal

       Las fraternidades sacerdotales están animadas por un coordinador, a saber:

​

  1. P. Vitorino Gonella: Fraternidad San Juan Pablo II

  2. P. Ángel Ramírez:               Fraternidad Padre Hermógenes

  3. P. William Castañeda:         Fraternidad San Francisco de Asís

  4. P. Juan Gerardo López:      Fraternidad Santiago Apóstol

FORMACIÓN PERMANENTE

DEL CLERO:

PARA UN PROYECTO DIOCESANO DE PASTORAL JUVENIL

FPC:PPDPJ
bottom of page