top of page

Departamento de Chiquimula

Durante el siglo XVIII fue la ciudad más importante del este guatemalteco, su riqueza ganadera y el paso a Esquipulas atraían a muchas personas. A principios del siglo XXI.

 

Quien se dirige a Chiquimula por carretera, tiene que recorrer 168 kilómetros desde la ciudad de Guatemala. Cuando el vehículo gira en una curva puede verse la llamada Perla de Oriente. A partir de ahí se continúa con el viaje entre árboles de morro que permanecen siempre verdes. 
Al llegar a las proximidades de la ciudad, un centro universitario sobre la carretera anuncia que el área urbana de Chiquimula empieza. A ambos lados de la carretera vivaces buganvilias en colores morado, naranja o blanco, saludan al viajero, con su lento vaivén que el cálido viento mece pausadamente. 


La ciudad tiene tres entradas, la primera que aparece en la carretera lleva al viajero por un barrio donde el monumento más llamativo es el templo de Minerva, una vieja estructura que recuerda las fiestas en honor a la diosa romana de la sabiduría. La segunda entrada, la principal, lleva a los visitantes al Parque Central, aunque por un recorrido serpenteante. Entrar por la tercera vía de acceso permite tres cosas, observar por la carretera las ruinas de la Iglesia Vieja, con lo que fuera una alta ventana de la añeja casa parroquial, confundida con un convento, transitar frente al cementerio de la localidad y pasar por la iglesia del Calvario, antes de llegar al parque. 


La gente de esta región es muy amistosa. Basta preguntar por una dirección y fácilmente la conversación se prolonga. Sin importar si el que pregunta es un extraño, los chiquimultecos son conversadores natos: el clima, los precios, el tráfico o los precios del ganado son temas para tratar frente a la barbería o la tienda, lo mismo que la política nacional o local. Si algo encontrará con facilidad el viajero es la oportunidad de intercambiar opiniones, no sólo con personas mayores, sino con jóvenes e incluso niños. 


La animación de la ciudad está en el Parque. Frente al espacio jardinizado, ornamentado con esculturas de mármol que representan al teatro clásico y con un kiosko coronado con una cúpula, está la iglesia, dedicada a la Virgen del Tránsito, y la Asunción. La construcción fue dañada por los seísmos, incluido el terremoto de 1976, por lo que lo único que se conserva del pasado es la fachada y la disposición de la cúpula.

El diseño del templo original fue de Manuel de Porres y se concluyó en 1790. Esa fue una de las épocas de mayor auge de la región. El producto de exportación del Reino de Guatemala era el añil, que se cultivaba en la costa del Pacífico, desde la actual Chiapas hasta El Salvador, y se empacaba en cuero de res. La crianza de ganado vacuno se realizaba en el llamado Corregimiento de Chiquimula de la Sierra, que abarcaba los actuales Chiquimula, El Progreso, Zacapa e Izabal, y Chiquimula era la cabecera. Además, en esa región se criaban mulas para el transporte hacia el Golfo Dulce, para embarcar los cueros con añil.

 

Por esa riqueza, los habitantes de Chiquimula financiaron su iglesia y la encargaron a uno de los más importantes arquitectos de Guatemala. Junto a la iglesia se encuentra el mercado. Es una estructura reciente, débilmente iluminada, atestada de comercios, desde carnes y embutidos recién hechos, hasta las variantes de pan que se elaboran en las regiones aledañas a la cabecera, sombreros y artículos de cuero.


Una huella del pasado 


Uno de los atractivos de la ciudad son los restos de un templo que está en las afueras, que puede visitarse a un kilómetro del parque. Según el investigador Alfredo Ubico, Chiquimula era un sitio defensivo que fue conquistado hacia 1530. 


Allí se fundó San Nicolás de Chiquimula, una pequeña población donde vivía gente de idioma chorti'. Los castellanos y mestizos ocuparon terrenos para actividades ganaderas, lo que se volvió rentable a finales del siglo XVII. Fue entonces cuando los pobladores decidieron levantar una vasta iglesia. Ya en el siglo XVIII, la parroquia había cambiado su nombre, por el de la Santísima Trinidad. Pero el 2 de junio de 1765, fuertes vientos dañaron la población, un día después se produjo un seísmo y al siguiente una tempestad. El pueblo quedó destruido y hubo numerosas muertes, narró el Arzobispo Pedro Cortés y Larraz. Personas de escasos recursos quedaron en las inmediaciones de la iglesia destruida, y al visitarla, el viajero actual puede percibir ese aire de melancolía que conserva la Iglesia Vieja. 


El departamento de Chiquimula, localizado al oriente de la república, con un área aproximada de 2,376 kilómetros cuadrados, colinda al norte con Zacapa, al este con la República de Honduras; al sur con la República de El Salvador y el departamento de Jutiapa y al oeste con Jalapa y Zacapa.

Según el censo de población de 1994, el total de habitantes era de 230,767, de los cuales el 29.54% eran indígenas. El idioma mayanse predominante es elch'orti', el cual se habla en los municipios de Jocotán, Camotán y Olopa.

Durante la Colonia el territorio de Chiquimula era extenso, pues abarcaba parte del territorio de Honduras hasta Copán y El Salvador. Por esa razón llegó a ser la capital del reino Payaquí, Chiquimulhá o Huaytloto. Al arribo de los españoles, el reino se encontraba dividido en pequeños cacicazgos y señoríos, siendo los principales Chiquimulhá, Xocotán, Copantl y Mitlán.


Fue erigido departamento por Decreto de la Constituyente el 12 de septiembre de 1938, pero por lo grande de su territorio, por Decreto del Ejecutivo del 10 de noviembre de 1871 se dividió en dos y se formaron los departamentos de Chiquimula y Zacapa.


Su territorio es quebrado y debido a que el macizo montañoso es irregular, pues sus alturas varían entre los 1,350 metros sobre el nivel del mar en Olopa, y los 435 en San José La Arada, su clima aunque es bastante parejo, tiene algunas variantes. En el municipio de Quezaltepeque sobresale el volcán que lleva el mismo nombre. Sus tierras son fértiles pues las riegan varios ríos de importancia como el Grande o Motagua, el Jocotán, el San José, el Shutaque y el Copán.

Las principales carreteras que atraviesan el departamento son la ruta nacional 18 que parte de la capital y conduce a Esquipulas, la ruta nacional 20 que proviene de Zacapa, pasa por Concepción Las Minas y conduce a la frontera y la CA-10 que pasa por Esquipulas y llega a la frontera con Honduras.

Los productos agrícolas más importante son maíz, arroz, frijol, papa, café, caña de azúcar, cacao y banano. En cuanto a la producción artesanal, es variada, pues por la abundancia de palma hacen trenzas, sombreros y escobas; con el barro elaboran cerámica, teja y ladrillo. Trabajan también instrumentos musicales y muebles de madera. En la cabecera departamental trabajan jícaras y guacales de morro, hacen candelas, productos de cuero y cohetería, esta última especialmente en Esquipulas. 


Algo importante de mencionar es la visita tradicional que los fieles católicos hacen al Santo Cristo de Esquipulas, también conocido como el Cristo Negro, obra del escultor Quirio Cataño por encargo del Provisor Eclesiástico y Vicario General del Oriente, Cristóbal de Morales en 1594. El Santuario que fue construido por orden del Arzobispo Fray Pedro Pardo de Figueroa y terminado en 1758.

 

El Santuario Nacional de Esquipulas fue consagrado el 15 de diciembre de 1951 y elevado a la categoría de Basílica Menor en 1961.En un predio aledaño al templo se construyó un mercado donde se venden hortalizas, frutas y artesanías. En la calle principal y otras calles aledañas venden reliquias (medallas, escapularios, cuadros y fotografías con la imagen del Cristo Negro) así como dulces y artesanías nacionales y de El Salvador, Honduras y México.

Esquipulas es a la fecha un centro religioso y turístico, el cual es visitado por miles de personas cada año durante la Semana Santa y, especialmente el 15 de enero, Día del Señor de Esquipulas, el cual se celebra con mucha pompa. Los visitantes proceden no sólo del territorio nacional, sino de países centroamericanos y México, pues consideran a esta imagen como milagrosa.


Algunos visitantes acostumbran entrar de rodillas a la iglesia, unos desde el lugar donde está situado El Calvario y otros desde la puerta principal o donde inician las gradas del atrio.

bottom of page